Por qué soy tecno-optimista racional.
Los pesimistas nos atacan tildándonos de ingenuos. Pero lo cierto es que la ciencia y la historia nos respaldan.
Hablé con un grupo de directores de recursos humanos esta semana, invitado por Bros Group. El impacto directo en esta función corporativa que tiene la IA generativa puede no ser tan alto si lo comparamos con Marketing u Operaciones de Cliente. Pero algunas labores como el screening de CVs, primera entrevista con candidatos (tipo Fairgo.ai) y procesos de evaluación del desempeño estarán cada vez más asistidas por este tipo de tecnologías. Y seguramente, la experiencia de empleado incorporará más y más puntos de contacto intermediados por la inteligencia artificial.
Pero existen otros puntos de vista si entendemos cuál es la responsabilidad que este departamento tiene en la adopción de la IA. Por un lado, el incremento en la productividad personal afecta a los trabajadores de este área igual que a los de cualquier otra y es su responsabilidad individual entender cómo usar estas herramientas para mejorar y hacer el trabajo más eficiente. Y justamente desde esta perspectiva, ningún otra área tiene tanta responsabilidad (quitando, quizá, dirección general) como RRHH. Ellos deberían convertirse en agentes del cambio e impulsar la adopción de estas tecnologías a título individual, coordinando además la formación y la sensibilización para incorporarlas a nivel corporativo.
Como ha sido una semana intensa de trabajo y repleta de eventos, aprovecho para publicar de nuevo una reflexión que ya casi cumple el año, pero sigue vigente. El debate ha evolucionado, los cacareos del fin de la humanidad ya no están en los medios, pero añadí algunos puntos entonces que creo que son más vigentes hoy si cabe.
En defensa del tecno-optimismo racional.
“Innovation requires faith in society”
Noah Smith
El lunes fui a la tele a hablar del Foro IA y uno de los tertulianos me vino a llamar “fanboy de la IA”. Respondí como pude, pero la tele no es el sitio apropiado. El sitio apropiado es éste. La palabra no es fan, de fanático. La palabra es tecno-optimista racional. Menos sexy, pero más precisa. Hay un libro de Matt Ridley sobre optimismo racional, y esta semana Marc Andreessen, fundador de Netscape y del fondo A16Z ha publicado un manifiesto sobre el tecno optimismo que ha levantado olas como escarpias. Voy a intentar explicar la intersección de ambos conjuntos en la edición de hoy, porque me va en ello mi salud mental.
¿Por qué creo que debemos ser tecno-optimistas? Si cada uno de nosotros ve con buenos ojos el desarrollo tecnológico, se acelera la innovación. Por un lado incentiva el esfuerzo (económico y humano) en el desarrollo de nuevas tecnologías a través de la inversión económica pública y privada. Por otro lado, se evita la mala regulación (malas decisiones colectivas) que pueden frenar ese desarrollo. Y yo soy tecno-optimista porque creo que la tecnología (la que existe y la que podemos descubrir en el futuro) genera más progreso social.
¿Por qué es bueno leer a Andreessen? Él escribió en 2011 Why software is eating the world. Si lo hubiéramos leído y aprehendido, hoy nuestras acciones valdrían mucho en bolsa. Por eso leí con intensidad su Why AI will save the world (echadle un vistazo a los casos de uso iniciales). Y por eso me he devorado su manifiesto a favor de la tecnología. Como buena diatriba, suena a panfleto y se echan de menos contrapuntos y algo de empatía con el sufrimiento marginal de los perdedores de toda revolución tecnológica. Pero en una escala del 1 al 10, me sitúo en un 8 a su favor. Soy de centro radical, pero en esto hay que posicionarse y no estoy en el centro. Soy tecno-optimista. Otros critican el manifiesto e imagino que es porque su postura política es demasiado visible para no hacerlo. Y hay mucha gente que es tecno-escéptico porque estamos programados para ver los riesgos antes que los beneficios. Creo que los tecno-escépticos le hacen un flaco favor a la sociedad. Ser escéptico de la tecnología ayudará a crear más sufrimiento del que creen evitar. Selecciono algunos puntos “aleatorios” del credo de Andreessen. Pero es un manifiesto largo, son muchos puntos y recomiendo leerlo entero:
We believe growth is progress – leading to vitality, expansion of life, increasing knowledge, higher well being.
In fact, technology – new knowledge, new tools, what the Greeks called techne – has always been the main source of growth, and perhaps the only cause of growth, as technology made both population growth and natural resource utilization possible.
El papel del estado en el desarrollo tecnológico y en la amortiguación del sufrimiento humano.
Noah Smith escribió un largo artículo explicando también por qué él es tecno-optimista y me ha inspirado la cita del inicio. Si tú no eres tecno-optimista, no cambiará tu punto de vista, pero puede ayudar a hacerte preguntas. Uno de los puntos que echo de menos en el de Andreeseen con Noah Smith es que no le da tanto valor al rol de los gobiernos. La educación política de Silicon Valley ha cambiado con los años. Pero sigue subestimando el rol que juega el estado en el desarrollo tecnológico. Hay que leer a Mariana Mazzucato. En su libro The entrepreneurial state explica con muchos ejemplos cómo la labor del estado en el impulso de la innovación científica y tecnológica es clave. Porque la iniciativa privada no tiene incentivo en fases muy tempranas. Los mercados por sí solos no funcionan. En la siguiente ilustración, Mazzucato apunta a todas las tecnologías que tienen su origen en la financiación pública (en diferentes formatos), que terminaron posibilitando la creación de un dispositivo como el iPhone.
Evidentemente, el rol del estado no se limita a fomentar la innovación tecnológica, también ayuda a a crear un contexto de igualdad de oportunidades. Y a soportar sistemas públicos de educación y sanidad que funcionan para redistribuir la riqueza. Además, son los reguladores de la actividad humana, incluyendo la empresarial. Y aquí vienen curvas. No entraré hoy en el tema de la regulación de la IA, porque no es sencillo y en las próximas semanas preveo estudiar bastante antes de participar en algunos encuentros de trabajo al respecto. Con la inminente ley IA europea tendremos mucho que debatir.
Radical de centro (y algo obsesionado con los datos).
Mi amigo Sergio Martín me inspiró para declararme hace unos años como extremista del centro (y a escribir una canción sobre el tema). Porque lo que nos gusta, suele venir ligado a lo que no nos gusta. Queremos lo bueno, sin tolerar lo menos bueno, y la vida no funciona así. Me pasé años intentando explicar a mis colegas ingleses que la pasión latina (that you like) hace que el español se olvide del reloj cuando se pone a hablar y termina llegando tarde a la siguiente reunión (and you don’t like it). Además, el mundo es mucho más complejo de lo que nuestra inteligencia artificial artificial (es decir, la inteligencia humana) puede asimilar. Como regla general, intento mantener posiciones moderadas y equilibradas. La polarización es hija de la pereza intelectual. Debemos mantener un espíritu crítico y retador frente a las milongas que nos quieren colar algunos (o los otros). Dicen que en la era de la IA, la desinformación campará a sus anchas. Y me río porque la desinformación siempre ha campado a sus anchas. Pudiera parecer que en la era de la IA, la fuente importa más. Pero, ¿de qué fuente nos fiamos?
La IA contamina, y lo sabes.
En El Economista se afirma esta semana “alegremente” que “La gestión y almacenamiento de los centros de datos generará el 21% del consumo eléctrico en 2030”. Digo lo de alegremente porque no citan la fuente del dato (que ya nos vale). Y a mí me pareció poco creíble. Porque lo es. En este paper de la OCDE de Noviembre 2022, se dice que el consumo de los centros de datos se estima en el 1% de la demanda global de electricidad. Y además, se ha mantenido constante en los últimos 10 años, por mejora en la eficiencia de los procesadores. Aunque es cierto que en el informe alertan de que puede que cambie la tendencia si el software (IA) creciera en necesidad de computación por encima de lo que podemos eficientar el hardware.
No sé de dónde sale el dato del Economista, y el de la OCDE me resulta bajo. No estoy diciendo que la IA no consuma electricidad. Parece que consume mucha, y va a consumir cada vez más. Estoy diciendo que la generación de electricidad (para TODO) sólo es responsable del 25% de las emisiones de carbono. Que se trabaja ya a fondo para reducir el consumo eléctrico de datacenters (existe un claro incentivo económico) y sobre todo, lo que quiero decir es que la producción de acero y hormigón, la agricultura y ganadería y el transporte contribuyen mucho, mucho más al cambio climático. Y que si no se hubiera parado la energía nuclear en los ochenta, quizá hoy estaríamos mejor. Frenar la IA o regularla en exceso desincentivando la innovación también puede perjudicar nuestra lucha contra el cambio climático.
Porque la IA no sólo nos ayuda a salir más guapos en las fotos, también se usa para reducir las estelas de los aviones o controlar la fusión nuclear. Algunos piden que se use la IA sólo para lo importante, aunque ellos mismos no borren las fotos inútiles del carrete de su iPhone. Siempre es más fácil predicar si te dan púlpito que tomarse la molestia de poner tu casa en orden. Pero el mundo no funciona de esa manera. La diversión es fuente de progreso. Para muchos innovadores el progreso es divertido. Y como la diversión tiene demanda, genera mercado, incentiva inversiones, que luego desemboca en la tecnología que nos ayuda a cambiar el mundo para mejor (siendo muy serios). Los filtros de Snapchat y AlphaFold, que desenmascara la estructura tridimensional de las proteínas, son hijos del mismo algoritmo (o al menos nietos de la misma red neuronal que parió a sus padres).
Tecno-optimistas a ciencia cierta.
Hay que sacudirse de encima el impulso genético de supervivencia que nos lleva a atender antes a los riesgos que a los beneficios en general, y de la tecnología, en particular.
Y si vamos a evaluar riesgos hablemos también de los que se producen por omisión. Como ejemplo, el retraso en la regulación de los coches autónomos está matando vidas todos los días y genera sufrimiento en familias de las víctimas y heridos. También debemos calibrar los riesgos en su medida. El impacto de la IA en la fuerza laboral puede no ser tan terrible como lo pintan. La historia va en contra de las predicciones fatalistas, y aunque esta vez es diferente, siempre es diferente.
Y repensemos los paternalismos impropios. Se dice que muchas de las profesiones en riesgo ahora son de alta cualificación. Si has estudiado en una universidad pública, todos hemos contribuido para que aprendas a reinventarte. Y eso sin contar que la formación es casi gratuita a día de hoy (gracias a la digitalización, por cierto).
Pero aún así, habrá inevitablemente perdedores. O puede que haya menos trabajo para todos. Y ahí deben entrar los estados para mitigar sufrimiento y redistribuir riqueza. Y los que podamos, empujemos para trabajar 4 días a la semana con el mismo salario, por cierto. Todos tenemos una responsabilidad social en esto.
Y ahora, los beneficios. Demuestra la historia del progreso tecnológico que el sufrimiento de hoy se verá compensado con el gigantesco beneficio aportado a las generaciones venideras. Tenemos una responsabilidad con ellas. Si hoy no aceleramos la fusión nuclear, dejamos un legado natural más pobre. Como dice Andreessen tenemos que crecer (el decrecionismo no es opción, ya lo siento) para mejorar las condiciones de vida de los menos favorecidos económicamente. Y la única forma de crecer, sin cargarnos el planeta y con una población mundial pronto en retroceso, es acelerar la productividad con la tecnología.
Frenar el desarrollo tecnológico (a algunos lobbies tecnológicos les interesa que los estados miren para otro lado pensando en Terminator) o sólo pensar en regular, no ayudará a resolver los problemas a los que se enfrenta la humanidad.
Que las grandes empresas tecnológicas se forren, no quita que la sociedad se beneficie con creces (se calcula 50 a 1 lo que ganamos nosotros frente a ellos). No son industrias extractivas, ni aparatosos instrumentos de vigilancia capitalista. Son fábricas de crear valor para la sociedad. Incluso los monopolios generan valor. Como dice Noah Smith, se hablará de la innovación que crearon los laboratorios Bell, y la que desencadenó Google con la IA generativa. La revolución que hoy experimenta la IA se ha producido en parte, gracias a que Google gana mucho, mucho dinero con otros negocios y pudo comprar (contratar a) la empresa de Geoffrey Hinton y comprar Deepmind y generar prácticamente toda la investigación soportada en redes neuronales como demuestra el paper del Gato o Attention is all you need. Ya nos vale. Proclamamos la avaricia de las Big Tech, mientras navegamos gratis con Waze, usamos whatsapp para ver vídeos de nuestros nietos o nos entretenemos en TikTok.
El mundo está mejor hoy que hace 30 años, gracias al desarrollo científico y tecnológico. Y como soy tecno-optimista racional, creo que en los próximos 30 años no sólo no se producirá el fin de la humanidad, ni un desastre ecológico sin precedentes, sino que asistiremos a la mayor época de abundancia que haya conocido la raza humana. Y espero que la tecnología me alargue la vida lo suficiente para estar aquí y disfrutarlo.
El próximo domingo, vuelvo a tu buzón.
Fernando.
Esta semana, el Foro IA y la Asociación de Marketing de España (AMKT) han firmado un acuerdo de colaboración destinado a impulsar el desarrollo de los profesionales del marketing a través del uso de la inteligencia artificial generativa, y contempla la elaboración de un catálogo de casos de uso reales y un barómetro de uso de IA en el ámbito del Marketing y la Comunicación.
Este acuerdo, junto al que firmamos la semana pasada con DEC (Asociación Española para el Desarrollo de la Experiencia de Cliente) nos refuerza y nos ayuda a cumplir con el propósito del Foro IA, que nació hace ya más de un año para ayudar en la adopción (y la alfabetización) alrededor de estas tecnologías.
Lecturas IA para el profesional MCX.
Enlaces seleccionados de la semana:
Los agentes de compra van a ganar peso en nuestro día a día. Amazon no ha dejado de explorar a qué se parecerá el agente IA del futuro en eCommerce. Su misión princjpal será ayudar a los clientes a encontrar y comprar lo que necesitan, pero es interesante entender el grado de autonomía de los mismos. Rufus, presentado en febrero pasado, contesta preguntas sobre productos. En una fase más avanzada, un agente nos hará sugerencias basadas en nuestros hábitos ("Está disponible la nueva entrega de la saga XX, ¿quieres recibirla mañana en casa?"), o bien le diremos: "Me voy a esquiar, cómprame lo necesario". En última instancia, asignaremos un presupuesto mensual al agente y, de manera autónoma, él será el que decida qué comprar. WIRED
Séptima edición del State of AI Report, de Air Street Capital. Um completísimo resumen de lo que ha sucedido durante el año en Investigación, Industria, Legislación y Seguridad. Y diez predicciones para 2025 (el año pasado acertaron 5 de 10, con dos aún en el aire), por ejemplo: una app o web creada por alguien sin onocimeintos de programación se convertirá en viral; se suavizará la aplicación de la Ley IA de la UE, porque los legisladores se darán cienta de que se han extralimitado.; y un modelo open source superará a ChatGPT o1 en capacidad de razonamiento. LINK
La posición de dominio absoluto que Google ha mantenido durante más de 15 años en el negocio de las búsquedas empeza a verse cuestionada. TikTok, Perplexity, Amazon, la IA generativa, se ven por los anunciantes como alternativas sólidas. Las recientes decisiones judiciales por prácticas antimonopolio también juegan en contra de Google. Por primera vez en una década, su cuota del mercado publicitario en los EEUU podría bajar el año que viene del 50%. WSJ
Las plataformas compiten a cuchillo para ofrecer herrmientas IA que ayuden a sus clientes a lanzar y gestionar campañas publicitarias. TikTok ha presentado Smart+, una herramienta impulsada por inteligencia artificial para optimizar las campañas publicitarias. Permite a los anunciantes introducir sus activos, presupuestos y objetivos, y a partir de ahí se encarga de optimizar la campaña mediante un proceso automatizado que abarca desde el desarrollo creativo hasta la entrega y el rendimiento. La herramienta ofrece segmentación inteligente, identificando a los usuarios más propensos a cumplir con los objetivos de la campaña. Y en la misma semana, Meta ha presentado diferentes formatos de vídeo y reforzado el mensaje de que las herramientas IA ayudarán a los anunciantes a crear esos anuncios en vídeo. Google también está presionando para que sus clientes usen sus utilidades IA. Pero algunos anunciantes se resisten. TIKTOK, META, RESISTENCIA
Los chatbots de texto son muy 2022. Lo que ahora se lleva son los modelos IA multimodales, que pueden manejar al mismo tiempo audio, voz y/o vídeo. La manera en la que interactuamos con la IA, está a punto de cambiar… otra vez. Cada vez menos dependiente del texto y más dirigida a interfaces interactivas y personalizables. TECH REVIEW
Con el paso del huracán Helene y la proximidad de las elecciones, diferentes figuras públicas en EEUU han extendido la práctica de compartir imágenes generadas con IA, sin importarles que sean falsas. O incluso alardeando de ello, porque, dicen, lo importante es el mensaje que transmiten. La verdad se empieza a convertir en un molesto obstáculo para los objetivos políticos y el slop cobra nuevo significado. GARBAGE DAY
Según un estudio de la Universidad de Zúrich la gente desconfía de los titulares "generados por IA" y es menos probable que los comparta, independientemente de si la información es verdadera o falsa. Ese escepticismo proviene de una idea errónea de lo que significa "generado por IA": suponen que implica una delegación total en la IA, que selecciona el tema y redacta el contenido sin supervisión humana. Cuando se dan definiciones más realistas del papel real de la IA (ayuda con la claridad y el estilo, redacción de un primer borrador, etc) el impacto negativo desaparece. LINK
El CEO de Zoom hablaba en junio de clones que podrían sustituirnos en el futuro en reuniones o llamadas. Ahora Zoom anuncia que pronto estarán disponibles avatares con los que podremos mandar mensajes a los equipos de trabajo. Solo habrá que grabar un pequeño vídeo, después escribir el texto que queremos comunicar, y la IA adaptará la expresión y el tono. THE VERGE
Hay una realidad profunda sobre cualquier proceso -humano o automatizado- que pocos parecen reconocer. La mayoría de las automatizaciones no se definen por el caso estándar o las entradas típicas, sino por las excepciones. Son las excepciones las que generan la complejidad, las que hacen que todas las reglas sean increíblemente difíciles de entender. Son las excepciones las que dificultan las automatizaciones, no la rutina. Con el tiempo, la mayoría de los sistemas se basan en la gestión de excepciones, no en la rutina. Y eso hace que automatizar procesos con software sea extremadamente difícil. LINK
Desarrollar un LLM no es exclusividad de las empresas tecnológicas (aunque hoy en día, cualquier gran empresa es tecnológica). Walmart está probando internamente su propio LLM, Wallaby, entrenado con montones de datos de clientes, empledos, logística y ventas. Estará dirigido al comercio minorista, y entiende cómo hablan clientes y trabajadores de la empresa. VENTURE BEAT
La IA puede ser un alivio para la epidemia de soledad que sufren millones de personas en todo el mundo. Los "acompañantes IA", como Replika o Character.ai, ofrecen sensación de empatía y apoyo emocional, están ahí en todo momento y circunstancias, no tienen conflictos de agenda ni estados de ánimo variables. Claro que también pueden agravar el problema, si establecemos con ellos relaciones superficiales, si nos aíslan del trato con otras personas o si inducen a comportamientos perjudiciales. Sign o’ the times. LINK
"La polarización es hija de la pereza intelectual" (Polo, 2024). Me haré un tatuaje mental con esta frase.
“ innovation requires Faith in society”
El avance de la tech ha llegado a una velocidad sideral que permite pocas reflexiones y un nunca visto nivel de prototipados / startup / nuevas aplicaciones.
En este marco me da miedo la frase.
Porque yo tengo una gran Fe en cada ser humano , en su nobleza y deseo de mejorar, pero mucho menos en “la sociedad”.
“La sociedad” es la que ha votado el Brexit con - cero - sentido común y amor a los intereses proprios y de una nación entera.
La sociedad y los algoritmos que cada día más la manipulan hacia una polarización que no es del ser humano sino de “las masas” y de la influencia de manipuladores en las masas y por consecuencia en los individuos que la forman.
Así que mi llamado es al individuo, a que cada uno de nosotros entienda , experimente y tome cuanto más control posible de esta innovación que puede ser artífice de un futuro estupendo o distopico.
Siempre excelentes y repletos de ideas, recursos y provocaciones es tus artículos!