La IA generativa no nos dejará en paro.
Tras varios meses de ChatGPT, esta es nuestra predicción. Pero si no les gusta, tenemos otras.
Hace tres semanas publicamos un recopilatorio exhaustivo de los informes económicos de 2023, sobre el impacto de la IA en la fuerza laboral. Parece que la IA afectará a muchas de las tareas que hacemos hoy. Y cuantas más tareas puedan ser automatizadas, mayor exposición tiene ese puesto de trabajo.
Pero los informes son un pelín secos y sin matices de opinión, ni interpretación de la psicología humana (Kahneman, ¡necesitamos tu análisis!). Así que voy a reflotar una parte (ligeramente editada) del primer post largo que escribí antes de verano para explicar por qué creo que falta mucho, mucho, … para que, al contrario de lo que algunos temen, el impacto de la IA en el mercado laboral sea perceptible.
En este post, desarrollo mi punto de vista sobre el impacto de la IA generativa en un ámbito concreto de la fuerza laboral: profesionales liberales, trabajadores del conocimiento y profesiones creativas.
Impacto en el trabajador de “cuello blanco”.
Creo que el número de trabajadores del conocimiento no dejará de crecer. Muchos nos veremos obligados a reconvertirnos, pero acostumbrados como estamos a aprender y evolucionar, la reconversión será menos dolorosa. Los avances en las tecnologías de la información (de la imprenta al PC) no han hecho más que incrementar la demanda de estos profesionales. Puede estar relacionado con la denominada paradoja de Jevons: cuando más abaratamos la producción de un recurso (Jevons, economista, la formuló para el precio del carbón) más se dispara la demanda del mismo. Y a esto se suma que la búsqueda del conocimiento (o del contenido creativo o de la belleza) es un instinto básico. Su demanda no dejará de crecer, especialmente si reducimos el precio de acceso. Como ejemplo, la introducción de las tecnologías de información y del ordenador personal incrementó la demanda de consultores y financieros (aunque algunos puestos concretos en contabilidad tuvieran que reconvertirse, obviamente).
Lo que sí es probable, es que el incremento de productividad facilitará que se reduzcan las horas en nuestros contratos laborales. Una tendencia de los últimos doscientos años, que se acelerará con el teletrabajo y la IA. Los gobiernos de los países occidentales están concienciados de que estas mejoras de productividad no pueden revertir sólo en beneficio para el capital y deben hacerlo también para los trabajadores, en forma de subida salarial o de incremento de ocio. La semana laboral de 4 días está más cerca.
Aparte del incremento de la demanda cuando abaratamos un recurso, existen muchos contextos en los que querremos pagar por servicios realizados con intervención humana, y que podrían ser disfrutados casi gratis gracias a las IAs y la robótica:
Mírame a los ojos. Hay puestos de trabajo que no querremos “productivizar” mediante el uso de la IA sin interlocución humana. Queremos mirar a los ojos a nuestro abogado y estaremos dispuestos a pagarles un premium por el extra de confianza que aporta el vínculo humano. Confiamos en que este proveedor use la IA para maximizar resultados positivos, pero necesitamos un ente vivo a quien poder culpar llegado el caso :-)
Proceso, no output. Apenas dos horas para afinar con ChatGPT, un extenso artículo exponiendo el punto de vista de un directivo sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Más de dos semanas de reuniones infinitas, correcciones sobre correcciones, discusiones no concluyentes y comités de aprobación para conseguir que el artículo sea aireado en las redes sociales. Los consultores y las agencias no mueren, porque al igual que muchos trabajadores del conocimiento en grandes y medianas organizaciones, destinan la mayor parte de su tiempo a gestionar un proceso, no se ocupan sólo de proporcionar un entregable. En el caso de las servicios profesionales se aplica también el punto anterior, siempre es bueno tener a mano a un chivo expiatorio.
“Human made”. Mostraremos con orgullo a nuestras visitas un cuadro en la pared pintado por el último pintor de moda … no por Midjourney. Y presumiremos del dineral que nos hemos gastado en una joya o un trapito de tal y cual diseñador. Y si podemos conocerle en persona, mejor. Acudiremos al concierto de nuestra cantante favorita y querremos pagar ingentes sumas por entradas VIP que nos acerquen al mito.
Jugadores de carne y hueso. Hoy podríamos tener masas de espectadores asistiendo a partidos de IAs combatiendo entre ellas para ganar al Go. Pero eso no ocurre. Sin embargo, la práctica del ajedrez no ha dejado de crecer desde que Deep Blue batió a Kasparov. Y el fenómeno de los eSports no deja de crecer en audiencia: miles de personas asisten a partidas de videojuegos como el League of Legends, donde humanos compiten jugando entre ellos para alzarse con la victoria.
“Care” de cariño. La película Her nos muestra una relación de amor entre un humano y una agente de IA. Pero la realidad es que la mayoría anhelaremos el cariño humano en cuidadores y en personas que se ocupan de nuestra salud física y mental. Puede que dividamos nuestro amor entre hombres y máquinas, pero seguiremos ansiando contacto humano y pagando por él.
A estos puntos que explicaba en junio, añado dos cosas: una, que los grandes modelos de lenguaje no hilan tan fino como parece y tardarán en hacerlo; dos, que la inercia al cambio en las estructuras sociales es brutal.
Sobre la primera, aunque la IA generativa afecta a varias formas de creación (texto, música, vídeo, imágenes, etc.) el impacto más grande en la fuerza laboral a escala global, sin duda, es el de los modelos de lenguaje. Esta semana, Google da finalmente acceso a Gemini Ultra, un modelo que planta cara a GPT-4, pero que ha tardado 11 meses en conseguirlo. Y sigue teniendo los mismos defectos que el modelo de OpenAI. Conseguir que los LLMs no fallen, no alucinen, hagan cosas que hoy no pueden hacer, llevará más tiempo de lo que imaginamos en el arranque de la revolución ChatGPT.
Y por otro lado, la adopción de la IA se verá frenada por la inercia al cambio. Las estructuras sociales, intra e inter-organizacionales crean barreras y frenan la adopción de la tecnología. Algo que como explicaba en una edición anterior no es recomendable:
… frenar la automatización va contra el progreso económico y social. La población laboral en países occidentales envejece, llevamos 20 años sin incremento de productividad significativo y eso no es bueno. Hay pesimistas (con punto también de paternalismo y miedo) que piensan que las personas no se reinventarán porque esto va muy rápido y trata de una revolución exponencial. No sabemos lo que pasará, pero lo más normal será que muchos de esos trabajadores del conocimiento modifiquen la forma de trabajar, siendo más productivos.
¿Estás de acuerdo conmigo? ¿Crees que tardaremos mucho, mucho en ver un impacto real en la fuerza laboral, o piensas que esto irá mucho más rápido? Te espero en comentarios :-)
El próximo domingo, vuelvo a tu buzón.
Fernando.
Episodio n10 de Rebel Intel: The podcast, una colaboración entre Business+ y Good Rebels para dotar a este newsletter de versión sonora. En él, Isabel Benítez y yo profundizamos en el ámbito de la visión computerizada o Computer Vision. Con un foco especial en operaciones en retail, pero también con una reflexión en ámbitos como la conducción autónoma o el diagnóstico médico.
Enlaces de interés para el profesional MCX.
Lecturas seleccionadas de la semana:
Google ha lanzado Gemini Ultra, finalmente. Su modelo de lenguaje más avanzado. Se cargan el nombre de Bard (no me extraña) y ofrecen Gemini Advanced como un “pack” junto a espacio de almacenamiento en la nube y Google Photos por 20 dólares al mes. Además, previo pago, Gemini Ultra se colará en G Slides, Docs, Gmail, etc. También desaparecerá Duet AI (el bodrio que lanzaron para usuarios corporativos, que probamos en Good Rebels y que funcionaba mal). Acompaño además unas “notas de cata” de Ethan Mollick que lleva probándolo un mes. GOOGLE, ONE USEFUL THING
¿Adoptar la IA Generativa en el departamento de marketing? No esperes a ver qué hacen otros ni la llegada de una killer app: investiga, prueba, experimenta, equivócate... Elige el progreso (aunque sean pequeños logros) antes que la perfección. Es el consejo de Forrester a los equipos de marketing. FORRESTER
Cuando se dice que las profesiones creativas están en riesgo por culpa de la IA, yo pienso de nuevo en la paradoja de Jevons, a la que me refería antes. Cuanto más barato es un recurso demandado, más se consume del mismo. Y en el caso de la creatividad, la demanda parece infinita, como parece sustentar el incremento de consumo de medios, de contenido (horas de pantalla) y el boom de los influencers. Producir y distribuir contenido es más barato que nunca, lo cual fragmenta la oferta. Y aunque el tiempo de consumo fuera el mismo (que no lo es, porque la pantalla del móvil nos ha metido el consumo de contenido hasta en la sopa, literalmente) la fragmentación de la oferta dispara la demanda de productos diferentes, personalizados. Ya nadie ve lo mismo que el vecino en la tele por la noche. Algunos creadores clásicos y periodistas (los del top del ranking) asociados a la industria pierden posiciones o privilegios (otros no, como Taylor Swift). Pero una nueva oleada de creadores aguarda su momento en rankings especializados. Y lo que pasó con los medios escritos, va a ocurrir (está ocurriendo) ahora con la industria audiovisual. Todo este rollo, para introducir la carta del CEO de YouTube, Neal Mohan, sus cuatro apuestas para el 2024 y la ola creativa que la IA generativa desencadenará. YOUTUBE
Meta empezará a detectar y etiquetar en sus plataformas en los próximos meses las imágenes generadas por los servicios de IA de otras empresas, utilizando un conjunto de marcadores invisibles incorporados a los archivos. META
Burger King ha lanzado el concurso Million Dollar Whopper Contest: utilizando IA generativa, los participantes pueden diseñar su versión de la mítica hamburguesa. Los tres finalistas verán sus creaciones en los restaurantes de todo EEUU, y el más votado se llevará el premio de un millón de dólares. LINK
The Abundance Agenda es la (siempre optimista) visión de a16z sobre cómo la tecnología va a llenar de abundancia tres facetas del consumidor: Creatividad y Productividad; Relaciones y Experiencias sociales; y Crecimiento Personal y Bienestar. El documento explica en qué tipo de proyectos invierte la firma, y predice la llegada de nuevos productos y servicios que serán “nativos en IA”. A16Z
IKEA ha presentado en la GPT Store un asistente inteligente, creado para ayudar a los clientes con recomendaciones personalizadas escogidas entre los cientos de productos del catálogo de la marca. LINK
Hay una nueva hornada de startups que están introduciendo los LLMs y NPL en las herramientas de Business Intelligence. Crux es una de ellas. Le preguntas, por ejemplo "¿Por qué mis campañas de email marketing tienen tasas de conversión bajas?" y -a partir del análisis de tus datos- te da la respuesta. TECH CRUNCH
JP Morgan alertó hace unos días sobre una posible repetición de la burbuja puntocom de principios de los 2000, debido al alza constante en la valoración de los Magnificent Seven (Meta, Amazon, Apple, Microsoft, Alphabet, Nvidia y Tesla), en gran parte derivada del auge de la IA. En Fast Company comparan ambos escenarios para llegar a la conclusión de que no hay riesgo de otro estallido de burbuja. FAST COMPANY
Las Vision Pro están generando bastante controversia: ¿es un producto maduro, o un experimento de Apple on the go? ¿Están pensadas para desarrolladores, para usos corporativos o para el consumidor general? ¿Hay suficientes aplicaciones? Alex Kantrowitz recoge la opinión de un panel de expertos en Big Technology. LINK
Microsoft lanzó este mes un informe sobre el futuro del trabajo. Me hizo gracia The Register al respecto: el informe parece más un intento de poner en valor la inversión de 13.000 millones de dólares de Microsoft en OpenAI que una consideración real de cómo la IA cambiará el lugar de trabajo. THE REGISTER, MICROSOFT (PDF)
Según un estudio del MIT, sustituir a los trabajadores humanos por IA es demasiado caro (por ahora). CNBC
Por fin pude leer tu artículo y lo encontré con mucha tela. Cada uno de los cinco puntos de por qué estaremos dispuestos a pagar por tratar con personas, merecería un comentario. También el señalamiento de que, en lo que se refiere a creatividad, Chat GPT no hila tan fino (de hecho lo encuentro genérico y flojo. Me quedo, sobre todo, con la paradoja. Me parece que, para las agencias de contenidos, por ejemplo, la pregunta es precisamente cómo afectará los precios (por que los va afectar, eso está claro). Conviene pensar si vemos en eso una oportunidad o nos cerramos en banda esperando que lo que va a pasar... no pase. Gracias por compartir.
Habrá países y países, aquí en Europa veo que seremos más reacios a todos los cambios relacionados con la IA frente a EEUU & China por ejemplo. La competitividad como telón de fondo, los riesgos frente a las oportunidades